viernes, 2 de enero de 2015

Billy Wilder en Filmoteca Española

Por José María Ruiz del Álamo

Hola, Año Nuevo. Hola, 2015. Y te saludo con esperanza, que esta resistencia me hace mirar con optimismo (gozo, podría decirse) la programación cinematográfica de Filmoteca Española, pues este mes de enero abre sus puertas a la genialidad de BillyWilder. Un ciclo cuya gran novedad es visionar su primera etapa (su cine en blanco y negro) en copias digitales: el DCP (Digital Cinema Package), que ha sido implantado en la proyección de cine comercial y ha aniquilado al celuloide. De ahí que Días sin huella, Perdición y El gran carnaval hayan pasado por un proceso de limpieza, un toque de restauración, para llevar a cabo la conversión de formato.

Un formato que depara, para mal, una excesiva brillantez. Tamaña luminiscencia ha borrado la textura de la fotografía en que fue concebida la obra. Billy Wilder (y todos) rodaban en 35 mm, en celuloide, y el director de fotografía jugaba con ello; el digital ha manipulado ese juego, ha hecho trampas, ha borrado las impurezas, esas impurezas que hacían puro el cinematógrafo y daban sentido a la proyección, al proyeccionista.

Hoy ¿qué queda?, pues meter la carcasa y darle al botón…

Pero no cabe seguir en el ejercicio de la nostalgia; cabe disfrutar, nuevamente, del cine de Billy Wilder. Que en 35 mm se proyectan, con ayuda del proyector y el proyeccionista, El apartamento, Bésame, tonto, Testigo de cargo o Uno, dos, tres; que el cine en blanco y negro de Wilder en DCP se completa con Berlín Occidente, El crepúsculo de los dioses, Sabrina y Stalag 17; que en color y DCP se verá ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?

Avanti, espectadores, disfrutemos de la excelencia del maestro, entremos con el pie derecho en este nuevo año cinematográfico. Entremos Con faldas y a lo loco, que nos lo sirven En bandeja de plata de la mano de Irma, la dulce  y Ariane. Billy Wilder y en pantalla grande, un manjar exquisito.

Solo queda abrir el programa de la Filmoteca y estudiarlo bien. Yo no me resisto a volver a ver su cine, por allí andaré y departiré (en la calle Santa Isabel, 3), que Filmoteca Española es ubicación de resistencia.

POSTDATA: ¿Conoces a alguien que no haya visto el cine de Billy Wilder, que no conozca a Wilder? Puede que a él no, pero seguro que sí alguna, al menos, de sus películas.


¡Qué magnífico regalo de Reyes sería invitarle a Filmoteca Española para que disfrute viendo CINE con mayúsculas!



3 comentarios:

  1. Si, señor, CINE. En principio tengo previsto ir el día 11 para volver a ver una de mis favoritas de B. Wilder, Stalag 17, y de paso me gustaría ver también la rumana Roxane, que en su día no la vi. ¿Me atreveré a ver entremedias la de Orduña con mi tocaya Reina, Serenata española?
    ¡Nos vemos en la Filmoteca!

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  2. Pues yo no la he visto (Stalag 17). ¡Qué bien me vendría para recobrar el equilibrio mental después de las Navidades! Haré lo posible para que, de verdad, nos veamos.

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  3. Naturalmente "Stalag 17" es una película que tengo en ensoñación, veo el principio y veo el final, que ha más de treinta años que la vi, tengo perdido en la memoria el resto de la película, mas con esas dos escenas me resulta fascinante la película. El día 11 es un buen momento para que el recuerdo aflore y uno se vuelva a enamorar del cine con mayúsculas.

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